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domingo, 20 de enero de 2013


El que me gusta, los que no me gustan y yo.

Sí, es bastante obvio que existe quien me roba sonrisas. Wow sublime presumir de esa sensación, que existe alguien que se destaca entre eso de lo que yo llamo las cosas buenas de la vida. Ese que está al mismo rango de ver el amanecer desde un sitio precioso, por ejemplo en lo que mi concierne desde el Ávila. Ese es evidente es el primero del título, en cuanto al segundo son más de uno. El primero actual muy probablemente no le gusto, pero eso no le quita su puesto, los segundos no me gustan y hay de todo tipo.
Que soy exigente, no, sé lo que quiero. Definitivamente no soy de la que le gusta alguien de un día para otro por necesidad (si esto va con los que se molestan conmigo con la vaga excusa de que “dales una oportunidad” u.u). Eso sí, soy bastante frontal y directa con los segundos, les dejo claro tácitamente que sólo amigos, o en el caso de los adsorbentes, acosadores, celosos sin papel en la historia y problemáticos… mi cara de acero para ellos.
Escribo esto porque no voy a rebuscar en todo esto, es simple. Quiero a quien quizás (si el adverbio coleado)  no me quiere, y la duda existe porque mi posición confort es al estilo “Persiana Americana” sin el toque de erotismo (¿o si?). La otra parte es la de personas que por lo general encuentran en mi algo que les gusta pero casi siempre tienen algo que entre ambos no existe tolerancia y la opción de ellos es cambiarme , PORQUE juran que yo estoy mal… ¿la pregunta es quien está mal?.
Me bajo de mi asteroide… me voy a tomar un buen té helado, si salgo de mi posición confort les escribo (Vane eso fue en parte por ti).

Adriana Isabel