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sábado, 9 de julio de 2011


Pensar

Pensamientos acerca de que debemos aprender pueden que surjan con cada parpadeo de nuestros ojos. Sutiles cantidades de aire llamados suspiros, son las señales de un viaje de aprendizaje, del cual no estamos saliendo victoriosos. Insistencia y devoción ciega en nosotros son los grandes trasfondos de eso que queremos, según nosotros, aprender. En primer plano nosotros mismos, o mejor dicho yo pienso eso. La verdad ni yo sé si he aprendido algo a ciencia cierta. Hace pocos días leí en Twitter algo que dijo Gandhi “Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre.” Y pues la verdad pensé que la segunda parte se trababa de eso de hacer bien las cosas, de sembrar bien para cosechar bien. Según el budismo, se trata de estar listo para la otra vida. Pienso, pensé, pensaría, y todas sus conjugaciones. En este mundo tan subjetivo nadie tiene la razón, o al menos siempre habrá otro que no esté de acuerdo.

¿Cuánto podemos pensar?, somos libres. ¿Por qué? Eso es muy personal depende de cada quien. Se pueden formular todas las preguntas existentes. La pregunta, mí pregunta, ¿se termina de aprender, como si se fuera a vivir para siempre, cuánto debemos pensar?. Yo la verdad no lo sé, o al menos mi colección de piedras que he tropezado no son lo suficientes elocuentes para poder saberlo. Que cada persona es única y todo aquello, sí. Sin embargo, muy adentro me susurra una teoría, temo porque esté en cada quien ver si sigue coleccionando rocas o no. Somos lo que queremos, dicen por allí, pero mi tristeza me nubla mi camino. Tengo más memos de “deja de pensar de más” como letras en este párrafo. Entonces desde este montículo de memos, dejo un panfleto que quizás alguien lea : ¿Piensa como si fueras a morir mañana?.