El que me gusta, los que no me gustan y yo.
Sí,
es bastante obvio que existe quien me roba sonrisas. Wow sublime presumir de
esa sensación, que existe alguien que se destaca entre eso de lo que yo llamo
las cosas buenas de la vida. Ese que está al mismo rango de ver el amanecer
desde un sitio precioso, por ejemplo en lo que mi concierne desde el Ávila. Ese
es evidente es el primero del título, en cuanto al segundo son más de uno. El
primero actual muy probablemente no le gusto, pero eso no le quita su puesto,
los segundos no me gustan y hay de todo tipo.
Que
soy exigente, no, sé lo que quiero. Definitivamente no soy de la que le gusta
alguien de un día para otro por necesidad (si esto va con los que se molestan
conmigo con la vaga excusa de que “dales una oportunidad” u.u). Eso sí, soy
bastante frontal y directa con los segundos, les dejo claro tácitamente que sólo
amigos, o en el caso de los adsorbentes, acosadores, celosos sin papel en la
historia y problemáticos… mi cara de acero para ellos.
Escribo
esto porque no voy a rebuscar en todo esto, es simple. Quiero a quien quizás (si el adverbio coleado) no
me quiere, y la duda existe porque mi posición confort es al estilo “Persiana Americana”
sin el toque de erotismo (¿o si?). La otra parte es la de personas que por lo general
encuentran en mi algo que les gusta pero casi siempre tienen algo que entre
ambos no existe tolerancia y la opción de ellos es cambiarme , PORQUE juran que
yo estoy mal… ¿la pregunta es quien está mal?.
Me
bajo de mi asteroide… me voy a tomar un buen té helado, si salgo de mi posición
confort les escribo (Vane eso fue en parte por ti).
Adriana
Isabel
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