De la fragilidad de las relaciones humanas
Somos humanos, somos volátiles. Heme
aquí frente mi propio lienzo. Oleos de todos los colores, si te fijas bien
podrás ver la matriz de sus pigmentos, el color que inicialmente era. Esa es la
magia de pintar, nunca está terminada tu obra hasta que lo decides. Se dice que
la vida nos ata a otros por hilos y que estamos destinados a ellos. Yo pienso
que somos nosotros quienes le dan la tensión entre ellos, quienes los enredamos
y quienes los cortamos. Si bien nosotros mismos somos quienes pintamos nuestro
lienzo, pinceladas a nuestro antojo, somos nosotros quienes de alguna u otra
forma interferimos en las relaciones humanas de los demás. No necesitas hablarles,
ni mucho menos verlos. Tercera Ley de Newton…
“Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea,
las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido
opuesto”
Mientras escribo a mí alrededor una
situación de terceros, una gran cólera a mis espaldas. Producto de viejas
acciones. Una mezcla de pasado, inseguridad y por así llamarlo vida. Ser espectador
y no poder hacer nada da impotencia pero con el sabor semiagrio de la pregunta,
¿qué va a pasar? . Y pongo en duda la frase de los hijos son una bendición.
Frente a la confirmación de algo que pese a ser controversial me trae sin
cuidado, el problema recae en la volatilidad de lo que va a pasar. Basta de
este tormento, suficiente.
Entonces, más allá de aprender y todo
lo demás que se he podido hacer… importa
el como. Muchas veces el como, la forma de hacer las cosas, nos protege. Parece
algo muy rebuscado, pero es una inversión a largo plazo. No, es a corto plazo, interactuar
con otros es diario, y suena de librito de autoayuda pero, a diario nos
formamos. Sólo puedes recoger lo que has sembrado.
Vemos películas, leemos libros,
escuchamos historias… pero solo podemos jugar con la que construimos. Léase
jugar, he allí lo volátil. Y si nuestras acciones rebotan mientras jugamos,
entonces la fragilidad entre los humanos ¿de
quién depende?.
En medio de esta posición, siento que
ese como lo hacemos solo nos da un poco de control. Pareciera que la vida toma a
veces el papel de juego. Y sé que ahorita estoy viendo como la fragilidad
evoluciona a trozos. Puedo ser egoísta y seguir en mi lienzo, mis colores, ¿protección
o evasión?. Depende de la madurez, de lo que hemos pintado, ah si y de lo que queremos
pintar. Dinámica de masas, es un arte, pero generalmente no unitario. El secreto está en saber lo que se quiere,
solo luego pintas.
Vale acotar por último que la empatía
que puedas tener ante las interacciones humanas nace solamente de nosotros y solo
dictará pauta en este juego si así lo queremos.
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